A mis obligaciones…Pablo Neruda
Cumpliendo con mi oficio
piedra con piedra, pluma a pluma,
pasa el invierno y deja
sitios abandonados,
habitaciones muertas:
yo trabajo y trabajo,
debo substituir
tantos olvidos,
llenar de pan las tinieblas,
fundar otra vez la esperanza.
No es para mí sino el polvo,
la lluvia cruel de la estación,
no me reservo nada
sino todo el espacio
y allí trabajar, trabajar,
manifestar la primavera.
A todos tengo que dar algo
cada semana y cada día,
un regalo de color azul,
un pétalo frío del bosque,
y ya de mañana estoy vivo
mientras los otros se sumergen
en la pereza, en el amor,
yo estoy limpiando mi campana,
mi corazón, mis herramientas.
Tengo rocío para todos.
Los deberes de la vida…Víctor Corcoba Herrero
Vivir el día a día,
y en el día vivir:
cortés en las formas,
gentil en el fondo;
para donarse a la existencia
y darse vida en la vida.
Haré una buena acción
y no lo diré a nadie
y no lo echaré en cara
y no diré sí,
sí tengo que decir no.
Nada de prisas ni de pausas,
y sí muchas risas y rosas,
para que el amor
tenga su poso de paz,
al igual que el cauce del río,
rimas que donen aire.
Que la risa es para el mundo
lo que el beso del sol
para la flor,
lo que el beso de la luna
para el verso de la noche.
Me niego a estar disponible
para el odio,
me niego a estar ocupado
por la violencia,
me niego a no ser yo.
El yo en la poesía es el otro,
una manera de vivir,
una moneda sin cambio,
una entrega sin condiciones,
y una condición sin límites,
el amor de amar amor.