Micro-clase gratuita ofrecida el 24 de noviembre 2022

Evidentemente, con un título como este podríamos estar hablandopor mucho tiempo y sobre muchísimas cosas que afectan tanto al ser humano como al mundo en el que vivimos hoy en día. Sin embargo, en esta micro clase gratuita, lo que se pretende es mostrar una pincelada de lo que sería un tema entre los muchos que ofrecemos en nuestro curso de filosofía.
Es un curso de filosofía que nos gusta ofrecer cada año porque entendemos que es útil y válido para las personas, si se pone en práctica.
Y algo también que es evidente, es que actualmente, tanto el ser humano como el mundo está en mitad de una gran crisis que aún no ha llegado a su apogeo, o sea, que sabemos e intuimos que lo peor aún está por venir.
Esta crisis está dando lugar a que muchas personas, ante tanta incertidumbre, se sientan solas y desamparadas con todas las emociones y aspectos negativos que esto conlleva.
Por ejemplo, hasta ahora nunca se había visto a una aseguradora médica anunciar tratamientos psicológicos, ofrecer tratamiento psicológico en sus anuncios televisivos. El gobierno, también, cada equis tiempo, lanza campañas de todo tipo: para prevenir los accidentes en carretera, contra el alcoholismo, contra la violencia de género, contra las drogas, para promover la seguridad vial, contra el hambre, etc. Pero hasta este año y hasta hace poquito, nunca había lanzado ninguna campaña hablando sobre los trastornos mentales, y ofreciendo el teléfono de asistencia y ayuda gratuita, porque es consciente de que el número de personas con ansiedad, con crisis nerviosas, y sobre todo con depresión, está aumentado de un modo exponencial.
Todos esos problemas no son nuevos, lo que ocurre es que por fin los estamos viendo, se están tornando cada vez más visibles debido a que están aumentando, como he dicho antes, de un modo increíble. Se achaca su aparición o incremento primero al aislamiento del covid, después a la precariedad laboral que trajo la pandemia, con los ERTES y cierre de empresas, ahora a la crisis económica y a la guerra de Ucrania que está incrementando los precios y encareciendo la vida, etc, etc.
Sin embargo, todos estos aspectos y elementos que sufrimos todos los días, no han sido provocadas por la crisis económica como nos quieren hacer creer, ni por ningún tipo de problema monetario, sino que tienen su raíz en otra crisis aún más importante y más sutil que es la crisis de valores. El verdadero problema del mundo actual es la falta de ética y moral, que ha dejado al ser humano vacío de contenido.
Este mundo, en el que estamos en el sumum de la evolución, con tanto supuesto progreso y entre tanto avance, ha dejado al ser humano atrás. Las personas, por tanto, no se sienten conectadas con lo que le rodea, no les gusta lo que ven, no les gusta lo que sienten, no lo comprenden ni se sienten comprendidos, se sienten ajenos a todo y es muy difícil superar lo que parece una realidad muy triste.
También nos dicen que la causa de todo se debe a la aceleración de los tiempos. O sea, todo corre tan deprisa, todo cambia de un modo tan vertiginoso, que no nos da tiempo a adaptarnos a todos esos cambios y eso nos marea mucho y nos produce incertidumbre y pesimismo. ¿Cuántas veces no hemos pensado “que se pare el mundo, que me bajo”?
Como se estudia en este curso, históricamente, esta debacle comienza con un cambio de pensamiento en el siglo XIX, con la revolución industrial. Después se acentúa en el siglo XX, donde se entiende que el desarrollo es sinónimo de progreso indefinido, donde lo que es antiguo, aunque sea por un par de meses, es automáticamente peor que cualquier cosa que sea más reciente.
Un ejemplo muy claro, lo vemos con los teléfonos. Todavía no lleva en el mercado un par de años, eI Iphone 11, que ya ha salido el Iphone 13. Todos los jóvenes, rápidamente, han descartado su modelo 11, aunque funciona bien, para adquirir el nuevo móvil Iphone 13… a pesar de que el dispositivo anterior sigue funcionando.
Como el desarrollo está vinculado al progreso indefinido, donde la anterior ya no vale, solo vale lo nuevo, lo que queda es inventar más, crear más, construir más, fabricar más, producir y producir sin parar, y por ende, consumir más. Aparece entonces un concepto que hasta el siglo pasado no existía, el de caducidad y periodo de caducidad, para motivar a las personas a seguir consumiendo, a renovar lo “viejo” por lo nuevo. No creamos que solo ocurre con las cosas, también ocurre con las personas.
Lo podemos ver a nivel laboral, en la que antes se valoraba la antigüedad de las personas en una empresa. La persona que lleva mucho tiempo trabajando en una empresa, es la persona que la conoce, que la defiende, se ha mantenido en esa compañía porque la quiere y ha creado un gran vínculo con ella.
Y sin embargo, hoy en día esa persona es una especie de trabajador obsoleto que hay que renovar y sustituir por alguien más joven. Que posiblemente, ese trabajador más joven sí que tenga más energía, pero no tiene porqué ser necesariamente, de modo automático, mejor que el que lleva más tiempo. De hecho, es todo lo contrario puesto que no conoce nada de la empresa ni sus procedimientos. Sin embargo, ese es el pensamiento actual y lo vemos todos los días; una persona con una cierta edad ya tiene mucha dificultad, a pesar de su experiencia de encontrar trabajo.
El ser humano es solo importante en tanto que consuma, en tanto continúe con su papel de mantener esta maquinaria consumista y materialista en movimiento, de modo que nuestras casas están llenas de cosas, pero no tenemos absolutamente nada, y por dentro, lo que es peor, estamos vacíos y huecos.
Si una persona está tranquila, tiene todo lo que le hace falta, no tiene ningún tipo de necesidad, y no tiene ese afán de posesión, de adquirir una cosa tras otra, se le considera casi que un paria, un fracasado, una persona sin ambiciones, resignada y sin aspiraciones; no se le ve como una persona que está en paz y serena con la vida.
Y es que el ser humano, hoy en día, está en una especie de limbo, en un abstracto sin soporte, sin base en la que apoyarse, entre un pasado que ya no vale y la promesa de un futuro mejor, que supuestamente tiene que llegar pero que nunca llega. Mientras, todo cambia y cambia, porque si las cosas cambian muy rápido, es porque estamos progresando.
Este aumento de la velocidad, en la que no solo no llegamos nunca a buen puerto, sino que vamos de un lado a otro continuamente, en donde casi que despreciamos el pasado, porque es antiguo y es caduco y ya no vale, pero tampoco tenemos la seguridad de un porvenir o de un futuro cierto, es lo que nos trae la sensación de crisis. No solo no sabemos de dónde venimos, sino que tampoco sabemos a dónde vamos para poder dirigir nuestra vida correctamente.
Hay una lucha, entonces, entre el alma del ser humano que siempre está en busca de lo duradero y permanente, lo que nos va a traer la serenidad, y la sociedad que quiere cambiar siempre. Hay que saber distinguir aquello temporal de lo perdurable. Por ejemplo, las opiniones son cambiantes, pero el conocimiento, convertido en convicción, es permanente; mientras que las emociones son pasajeras, los sentimientos son más estables. Lo natural es que lo que determine nuestra vida, sea lo que permanece. Lo normal es que lo que guíe al ser humano sea lo permanente, que trae la estabilidad, y lo transitorio y pasajero solo sirva para darle un poco de color al viaje de nuestra vida.
Es imperativo entonces, que, ante toda esta inseguridad, se dote al ser humano de herramientas que le permitan encontrar el equilibrio entre su mundo interno que busca lo eterno, y el mundo externo, que nunca es igual; herramientas que le permitan empoderarse para poder tomar las riendas en todo aquello que dependa de él. Siendo conscientes de que habrá situaciones en la vida sobre las que no podemos actuar
Esta es una de las misiones de la filosofía, proporcionar enseñanzas, que llevadas a nuestra vida, nos van a servir justo para mejorar nuestro día a día. Este curso de filosofía además está estructurado de modo que no solo se reflexionará sobre el ser humano, sino también sobre el ser humano en sociedad porque no vive aisladamente y finalmente, sobre como las sociedades evolucionan en el tiempo.
Para todos aquellos que estén interesados o deseen más información sobre el temario, etc, por favor, contactad con nosotros por WhatsApp, email o en nuestro local.