En Navidad, muérdago

La magia del muérdago

El muérdago es una planta que todos asociamos sin querer con las Navidades. La vemos año tras año, normalmente de plástico, colgada sobre nuestras puertas o adornando el árbol de Navidad, y bien poco o nada sabemos de ella, únicamente que un beso dado a la persona amada, bajo su influencia, nos deparará mucha suerte y amor eterno.

¿Pero qué es realmente el muérdago? ¿De dónde proviene la creencia de la magia de esta planta?
El historiador romano Plinio en su Historia natural, nos hablaba ya de estos sacerdotes y magos celtas explicando el complejo ritual del que se servían para su recolección, siempre en determinadas fechas del año y prefiriendo el muérdago nacido en los troncos de los robles. Lo utilizaban para protegerse de los rayos, de la maldad, de las enfermedades, para ayudar a las mujeres a la concepción, para hacerse invisibles, para curar heridas. Creían que el muérdago, tomado como bebida, da fecundidad a los animales estériles y constituye un remedio contra todos los venenos.

El muérdago era su planta mágica por excelencia y los druidas lo recogían cuidando que no tocase el suelo, bien en el solsticio de verano o bien en el de invierno, siendo diferente por ello sus aplicaciones.

Los galos lo llaman con un nombre que significa “el que lo cura todo”: en irlandés es uileiceadh. Es símbolo de la inmortalidad y de la regeneración física. El muérdago de roble o de encina es muy raro y difícil de encontrar y eso explica en parte el uso que los druidas galos hacían de él. Cuando se lo encuentra, se lo recoge en una gran ceremonia religiosa el sexto día de la luna. Vestido con un ropaje blanco, el sacerdote sube al árbol y lo corta con una hoz de oro, recogiéndolo en un lienzo blanco. Después se inmolan dos toros blancos.

Las leyendas sobre el muérdago son innumerables; una francesa nos relata que en su origen esta planta era un árbol, pero habiendo sido utilizada para construir la cruz donde Jesucristo sufrió su martirio y muerte, Dios la condenó a no obtener jamás un lugar en la tierra y a tener que depositar sus raíces sobre otros árboles.

La leyenda del beso debajo del muérdago nos llega de mano del dios nórdico de la paz, Balder. Este fue herido y muerto por una flecha de muérdago lanzada por el dios Loki. Esto entristeció mucho al resto de los dioses, que conmovidos por los llantos de la amada de Balder, le restituyeron la vida para que continuase eternamente con su amor. Por ello, en tributo a esta pasión sin fin, Balder ordenó que cada vez que una pareja enamorada pasase por debajo de una rama de muérdago, se besasen para perpetuar su amor. Otra versión cuenta que fue la madre de Balder, la  la diosa Frigg, quien pudo devolverle la vida. Se dice que sus lágrimas se convirtieron en las bayas blancas de la planta de muérdago y en su alegría Frigg beso a todo aquel que pasase por debajo del árbol, bendiciendo a cada uno de ellos.

No estaban los antiguos druidas muy equivocados cuando consideraron al muérdago como su planta mágica ya que sus propiedades terapéuticas están hoy más que demostradas. Ahora sólo nos resta comprobar si un beso dado bajo un pequeño ramillete verde de esta planta realmente tiene la facultad de concedernos el amor eterno y toda la suerte que necesitamos para comenzar este año que entra.

¡Felices fiestas!

Propiedades medicinales del muérdago

Desde la antigüedad, esta planta ha sido muy apreciada tanto por sus propiedades medicinales como por las que se le atribuían de carácter místico. Vale la pena observar una por una sus propiedades y también beneficios para saber cuándo podemos usarla (no obstante, siempre debemos consultar a un médico antes de empezar a tomarla). Así, ¿para qué sirve el muérdago?

Propiedades del muérdago como planta medicinal

  • Vasodilatador
  • Hipotensor suave
  • Sedante
  • Antiinflamatorio
  • Analgésico
  • Inmunomodulador
  • Antitumoral
  • Antirreumático
  • Diurético
  • Hipolipemiante
  • Antiespasmódico

Es importante mencionar que el muérdago puede ser una planta tóxica. Su toxicidad es baja, y es necesario tomar cantidades altas para que sus efectos sean negativos, pero es mejor buscar siempre las cantidades y concentraciones adecuadas al elaborar remedios con ella.